Por Roberto Ayala Uno de los mayores desafíos que tiene la oposición prácticamente desde el 2015 para acá es morigerar la interna; en cada intento fallido – donde también se le trataba de imprimir un ordenamiento desde el nivel provincial o nacional – dejo más problemas que los que intentaba solucionar. Aunque es cierto que no se puede escindir a Lanús del escenario nacional, porque prácticamente ha sido una foto de la polarización; a nivel local, ha tenido ciertos elementos nuevos: como el corte de boleta y el operativo despegue nacional del 2019 del oficialismo. Un rasgo distinto ha sido la anterior elección y ha sido un buen ensayo de lo que puede ser saber morigerar esa interna, porque - como siempre quedan heridos de una dinámica electoral que sigue esperando el beneplácito de lo que pase a nivel nacional – la anterior elección había dejado una sensación de que se podía. Uno puede imaginar que llegar hasta esta elección teniendo la unidad en el partido justicialista local,

 por Roberto Ayala Decíamos en alguna editorial semanas atrás, que la forma que tiene el electorado de ordenar – de alguna manera -   la interna política - independientemente del barro que esta haga -   es por medio de los planes, programas y proyectos que está exprese; aunque es cierto, difícil tarea si la campaña ofrece por un lado: la venta de lugares en la lista de Milei a un precio irrisorio, todo el debate (hay que hacer mucho esfuerzo por encontrar debate ahí) por los dichos de Franco Rinaldi, candidato del pro. Empecemos por algún lado; parece que Massa eligió polarizar con Patricia Bullrich (en el ojo de la IGJ por fondos para autofinanciarse de la fundación) esto lo puede incomodar un poco a Larreta que eligió polarizar con ALBERTO FERNANDÉZ increíblemente, alguien lo asesoro que en esa curva discursiva le iba a pegar a Unión por la patria; pero como la elección también es un fenómeno aparte, los mensajes deberían ser menos encriptados. Así como los de Milei, que son una ré