por Roberto Ayala Sin pretender entrar en el análisis etimológico de la palabra; se pondera en la política nacional siempre a una de ellas por encima de las otras y que estás - cuando entramos en periodos electorales - se resinifican de una manera, en donde quizás se tornan - en el andar - en meros significantes vacíos. Nos pasó con Macri y ¨Cambio¨, quizás un poco con Alberto Fernández y ¨Todos¨   para llegar al estadio presente de Milei y la ¨libertad¨. Quizás ninguna fue abordada con éxito en su momento, aunque recordamos a Daniel Scioli decir en el debate presidencial: que puede resultar atractiva la palabra cambio, ¿pero qué cambio?; cómo podemos decir, libertad ¿pero qué libertad?. Generalmente estas concepciones totalizadoras de resumir en una palabra, esconda detrás una doctrina económica que responda a ciertos intereses que entran en contradicción con otros o que incluso puede no considerar – mientras tanto – otros aspectos que son pilares en una determinada sociedad y en